“las verdaderas historias están en el bus, la gente se muestra tal y como es…”

Gracias Vero, espero poder captar en mis historias la escencia de esas personas que cuando están en un bus simplemete son lo que son. Estoy preparando una historia en honor a tu frase.

Los amantes del asiento de adelante

Quisiera escribir un cuento sobre aquellos que tomados de las manos subieron al bus, a pesar de que el pasillo les impedía caminar juntos sus manos no se soltaban, ellos que con una mano subían la maleta y con la otra tomaban la mano de la persona amada, ellos que durante dos horas y treinta minutos o tal vez más compartieron una funda de papas, recostaron su cabeza en el hombro del otro, se besaron ante los ojos de otros pasajeros, pagaron sus pasajes y nunca permitieron que sus manos se separen.

Mientras escribo escucho una voz familiar que me dice “qué estás escribiendo, ¿oda a las manos acalambradas?”.

Pero no, en realidad quiero escribir sobre esos amantes que no tenían veinte años, esos amantes que se despidieron durante dos horas y más y que se bajaron del bus con lágrimas en los ojos.

Eran las tres de la tarde y el panorama de viajar en el bus era el mismo hasta que dos enamorados de edad adulta decidieron sentarse en el asiento de adelante, lo primero que me llamó la atención fue que el adulto enamorado se cubrió la cara con su chompa color café, y ahí estaban los dos amantes besándose bajo una chompa. El resto del viaje la escena se repitió varias veces y se repetía seguida de la frase: “tranquila después de un año máximo te mando los papeles”.

Los amantes de las manos acalambradas, como los apodo mi hermano, llegaban al final de su despedida, mientras se levantaban ella le dijo “después de dejarte en el aeropuerto me regreso a Ambato, no quiero quedarme aquí”, el enamorado se puso su chompa café y le acarició el rostro, después tomados de las manos bajaron del bus resignados a no poder alargar más la despedida.

Siempre hay uno, pero en este caso son muchos


A pesar de las exigencias de los pasajeros ¡Señor cuidado! ¡Oiga maneje con cuidado! ¡Qué le pasa cómo maneja!, nuestro “querido” chofer, en manos de quien estuvieron nuestras vidas, no dejaba de acelerar, rebasar, pitar y maltratar los nervios de sus pasajeros.

Las ventajas de ser amigo del chapa


Desde hace algunos meses esta COMPLETAMENTE PROHIBIDO que los transportistas recojan pasajeros fuera del Terminal, para que se cumpla esta disposición varios uniformados vigilan desde una de las calles. Cuando un pasajero común y corriente alza la mano desesperado e intenta parar al bus, el chofer hace caso omiso de la cara suplicante del pasajero que piensa a gritos “por favor que pare”. Claro todo cambia cuando los pasajeros no son tan comunes ni corrientes.

En la fotografía podemos observar como un estudiante de la escuela de policía sube al bus en el lugar donde es COMPLETAMENTE PROHIBIDO recoger pasajeros, segundos antes uno de los policías alzó la mano y pidió al bus que pare, y así los estudiantes de la escuela de policía uniformaditos con traje azul tomaron el bus donde quisieron.

El momento de pagar ¡Un martirio!



Inmediatamente después que mi pie derecho topa la plataforma de hierro del bus una mano impertinente se coloca justo frente a mi cara, quiero imitar ese lengua corporal y alzo mis hombre en señal de “qué quiere”, una mirada penetrante casi asesina acompaña una palabra que suena a amenaza “¡pasaje!”.

Son muy hábiles los pasajeros que justo cuando el bus acelera son capaces de abrir su maleta, sacar la billetera y pagar el pasaje.

Los personajes que uno encuentra en el Transporte Público


No tranquilos, no es el ex presidente de la República del Ecuador dirigiéndose a un medio de comunicación a criticar sobre el gobierno en turno y, declarar que su gobierno fue el mejor que haya tenido el Ecuador, a pesar, entre otras cosas, de la violación a los Derechos Humanos sufridos en su régimen. El parecido con ese ex mandatario me causó tanta indignación (no el parecido si no el sentir tener enfrente a ese personaje político) que decidí tomar una fotografía y publicarla en este blog

¿Por qué el bus es un híbrido?

Uno de los primeros visitantes de este blog me ha comentado “Y de dónde vas a sacar tantas historias” y yo me respondo: ojala pudiese conocer todas aquellas historias que se juntan en el bus pero que son desconocidas...