¡Cuidado con los cajeros automáticos!

Este blog habla siempre de Historias en el Transporte Público, esta vez aprovecho este espacio para hablar sobre una historia de la calle que nos ha ocurrido a muchos, un robo del que no somos responsables nosotros pero como en todo robo debemos asumir las consecuencias, la diferencia de éste, es que la responsabilidad no es sólo del delincuente sino también del banco.



El 10 de marzo me dirigí a un cajero electrónico 20 minutos antes de ir al trabajo, el mensaje al querer retirar 20 dólares (cantidad que usualmente retiro) fue insuficiente. Hace diez días la empresa había depositado mi sueldo, era imposible tener menos de 20 dólares en mi cuenta. Revise mi estado de cuenta en Internet, registraba retiros de 300 y 200 dólares entre las 12 y 4 de la madrugada.

Fui al banco enseguida y la atención y la información que recibí de su parte fue ineficiente, en Balcón de Servicio la persona que me atendió a pesar de aceptar que este incidente ocurría regularmente no sabía NADA, no podía darme ninguna información hasta que el departamento de seguridad del banco haga las averiguaciones respectivas.

Antes de tener que soportar la displicencia de esta persona tuve que escuchar la absurda pregunta del guardia “esta segura que usted no retiro ese dinero”.

Después de dejar el reclamo en el banco junto con una carta explicando lo ocurrido, fui a la fiscalía y denuncie este robo denominado robo electrónico.

A los dos días quien me atendió en el banco me solicitó me acerque a la sucursal y entregué mi tarjeta de débito (la misma que cancelé y conservo en mi poder como prueba) Decidí ir directamente a la agencia principal del Banco donde tuve que volver a registrar la denuncia porque “David” quien me atendió en la agencia del Mall el Jardín había ingresado mal mi reclamo.

No deseo hacer larga una historia repetida en varias ocasiones en conversaciones, en la televisión, en la prensa, mi objetivo es reportar que soy una más de las tantas personas que ha sido afectada por este delito y de está forma intentar evitar que otros sean víctimas de un robo electrónico. Mi consejo para evitar delitos electrónicos a través de los cajeros automáticos es:

• Utilizar lo menos posible la tarjeta de débito.

• Retirar dinero únicamente de cajeros electrónicos del banco que somos clientes (esto no asegura que la tarjeta no sea clonada, pero en mi banco según la respuesta a la denuncia que recibí, después de 15 días, es que si la clonación se hubiese realizado en un cajero del mismo banco me devolverían el dinero). Disculpen por el exceso de paréntesis (pero ¿cómo prueba el departamento se seguridad del banco que la clonación no se hizo en uno de sus cajeros? y en ¿realidad importa en dónde fue hecha la clonación? ¿El centro de todo este delito electrónico no es la falta de seguridad del banco?).

• Para evitar robos es mejor no salir a la calle con la tarjeta de débito, se han notificado varios casos de agresión física brutal para conocer por parte de la víctima su clave de seguridad.

• Si creen que su tarjeta ha sido clonada inmediatamente notifiquen al banco para cambiar su clave o cancelarla.

• Si son víctimas de este tipo de delito acudan inmediatamente a la matriz del banco, lleven una carta explicando lo ocurrido, no dejen únicamente un reclamo verbal.

• No tienen porque entregar su tarjeta de débito el banco saca una copia de ella.

• Hagan la denuncia en la Fiscalía (hacer esto me permite esperar, después de recibir una negativa del Produbanco a devolver mi dinero, que esa “verdadera monstruosidad que se firmó” como la denomina César Robalino, presidente de la Asociación de Bancos Privados de Ecuador, se cumpla: Resolución N 001- FGE-SBS-2011 entre la Fiscalía y la SBS dispone la devolución de los montos
a los perjudicados por robos informáticos.