Lunes otra vez

Los ojos me arden, estoy cansada, pero no cansada con ganas de dormir, estoy cansada con ganas de no despertar, de no despertar para tener que pasar ocho horas frente a este computador. Hoy mientras venía imaginaba que el ecovia se desviaba, que al bajar no llegaría a la misma calle, que me esperaba un lago donde sumergía mis pies sin miedo ahogarme. Falta media hora para salir y tampoco me complace saber que me espera después de cuatro cuadras un ecovia lleno de gente que no conozco, que no le importa clavarme un codo para poder pasar o empujarme bruscamente para poder llegar a la puerta, es lunes, después de dos días de no ser esclava del tiempo y de poder hacer lo que cada minuto me pide es difícil volver a la rutina, es el pesimismo del lunes.